Creemos que el sector audiovisual y cultural tiene el potencial de contribuir de manera importante al desarrollo económico en Chile.
Nuestras producciones son un aporte a la cultura nacional e internacional, están dirigidas a un público amplio tanto de cine y televisión, y tienen la capacidad de conectar, reflexionar y poner en pantalla historias que forman parte, además, de nuestro patrimonio cultural.
Asimismo, nuestra industria aporta enormemente a la imagen de Chile en el mundo, atrayendo recursos extranjeros y creando empleos de calidad.
Sin embargo, todavía nos falta mucho por crecer: urge tener un incentivo diferenciador por parte del Estado para conseguir el máximo potencial del audiovisual, que involucre también al sector privado en su fomento.
Ahora es el momento de trabajar en una inversión pública que comprenda iniciativas con herramientas correctas y enfocadas en desarrollar las industrias creativas, acompañadas de una política integral e interinstitucional, junto a un programa para aumentar las exportaciones de bienes y servicios creativos, situando a la cultura en la agenda país.
Para todo esto venimos trabajando como directiva el último tiempo y queremos seguir aportando a ello.